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martes, 7 de marzo de 2017

¿Yo?... ¡Poblador miserable!

En mi artículo de ayer mismo en el que  comentaba trazos gruesos de un futuro sin trabajo en razón de la eficacia y ahorro productivo de los robots... ¡Pero que ingenuo fuí!...

El silogismo siguiente ilustrará mejor mi majadería :

" Si en tiempos de bonanza el empresario, ávido de ganancias, escatima todo lo que puede  al trabajador, en tiempos de crisis no dará tregua  y menos aún a los trabajadores en paro".

Dicho de manera clara, los robots han venido para quedarse y el empresario que los posea no soltara ni un duro para los trabajadores despedidos  por las re-estructuraciones laborales causadas por la robotización.

El estado. dependiendo del partido que tenga el poder, podrá legislar en el sentido impositivo hasta un punto en el que el cuerpo empresarial consienta, pudiendo deslocalizar fácilmente sus fábricas al no tener que pactar indemnizaciones ni ningún otro desembolso.

En el futuro, como se puede ver en las películas mas pesimistas, la brecha entre la clase dirigente minoritaria pero bien protegida y el pueblo  o mano de obra semiesclavizada es abismal y mayoritaria, del orden de  100.000 de los del populacho por cada uno de los poderosos.. 

Hay una pelicula : “Elysium”, Es una película en la que desde la ciencia ficción se nos muestra un pesimista retrato del futuro de la humanidad, está ambientada en un futuro cercano en el que una Tierra superpoblada tiene graves problemas de masificación y contaminación, mientras que la parte más pudiente de la población reside aislada de todo esto en un hábitat espacial llamado Elysium.

Cuando la vi,  enseguida imaginé que los adelantos tecnológicos no servirían para mejorar las condiciones de vida de la población en general sino de una pequeña élite y no parece que por el camino que discurre el mundo vaya a obrarse el milagro.

A la humanidad en general, o al menos al mundo occidental,  le quedan 100 años de la vida tal como la conocemos, pasado esos años, la plebe se incorporará,  nos incorporaremos, a algo que se parecerá mucho al llamado tercer mundo de hoy,  que será para entonces : "El único mundo".

Tanto dará tener trabajo miserable en una instalación fabril, o en una mina o en cualquier otro entorno, que no tener trabajo. La diferencia será una pequeña diferencia de dinero, o mejor aún : carecer de dignidad con algo de dinero o carecer de dignidad sin nada que llevarte a la boca. 


Si en el siglo XXI el estado aún tiene capacidad de ofrecer cierta protección social a los mas necesitados, no quiero imaginar el desastre social que seguirá a una sociedad en la que solo unos pocos "afortunados" tendrán trabajo, una élite poderosa dominará el mundo y una ingente mayoría no tendrá nada.


Los dos futuros son posibles, en nuestra mano está que el mundo derive hacia el futuro optimista.   

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