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domingo, 5 de marzo de 2017

¡Yo, Robot!

Hay un debate abierto en estos días acerca de la sustitución de la fuerza humana y de algunas destrezas en el mundo laboral por elementos artificiales mas o menos capaces y mas o menos "inteligentes".

Dentro del debate general se polemiza en relación con el futuro y la tecnología que, a buen seguro, estarán dotados estos artilugios y que les permitirá desde manejar un auto hasta realizar tareas de protocolo o de compañía de humanos o de incluso de tareas clínicas mas o menos complicadas.

Cuando decimos manejar un auto no estamos diciendo colocar un humanoide al volante para realizar las tareas de igual forma que un humano sino mas bien de dotar al vehículo de los medios electrónicos embarcados y necesarios para que ese coche pueda circular con la máxima seguridad y eficacia.

No así en los robots dedicados a tareas protocolarias y de interacción con humanos donde ahí si que habrá que  "humanizar" unas facciones y conseguir unos movimientos agradables y unos tonos de voz que hagan agradable el trato.

Tanto esas tareas protocolarias como otras mas pesadas, digamos trabajos bajo tierra  en prospecciones mineras o en cualquier trabajo cuya dureza necesite de fuerza considerable y también en trabajos cuya fineza y exactitud  hagan aconsejable un medio mecánico  como en cadenas de montaje de vehículos o de electrodomésticos u otros  bienes de consumo, el robot irá sustituyendo paulatinamente a la mano de obra humana.

Hoy ya es un hecho que en ciertas fábricas como las de montaje de vehículos se utilizan los robots para operaciones de cierta precisión como la pintura o el soldado de los elementos de chapa que conforman   la carrocería del coche, y esto mismo es trasladado a otras factorías de montaje de otros bienes de consumo, teléfonos móviles, ordenadores personales electrodomésticos y en general  toda labor repetitiva que necesite de cierta precisión y limpieza en la ejecución.

Desde el punto de vista de la tecnología no parece haber mas problema que la investigación, su coste y la  implementación técnica, pero desde un punto de vista social y laboral, comienza a vislumbrarse un futuro de legiones de humanos sin trabajo porque su puesto ha sido ocupado por un robot que para el patron solo tiene ventajas, no cobra, no come,  no se fatiga, no protesta y carece de necesidad de organización sindical (esto... por el momento). Todo son ventajas para el empresario, porque por el "bicho" ni siquiera tiene que cotizar al estado para sufragar las pensiones.

Con estos mimbres no se pueden seguir fabricando los cestos como hasta ahora, así pues los sociólogos, analistas y todos los intelectuales de la sociedad con los economistas y políticos al frente deben ponerse a construir las bases de la nueva sociedad venidera en la que solo habrá trabajo para la gente cualificada que se dedique a diseñar estas máquinas porque ni siquiera necesitaran de medios humanos para su fabricación. 

Los empresarios y los estados deben ir pensando en cotizar unos según el valor de sus medios de producción   y recolectar vía impuestos los otros para seguir sosteniendo el  binomio económico de producción-consumo, que mueve las ruedas del crecimiento económico de los países.

Así pues se vislumbra un futuro de seres humanos no sujetos al trabajo para vivir y una producción mecanizada alimentando la finanzas de un estado económicamente fuerte que sustente a la población y pueda seguir consumiendo para que la rueda no se pare..

Esto así dicho suena a abolición del capitalismo, al menos como lo conocemos hasta ahora, aunque suene mal : "volvemos a principios de siglo XX con herramientas del siglo XXI". 
  

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